Publicado el 07th May 2025 / Publicado en: Muñeca
Los tratamientos para la hipertensión, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer se han interrumpido temporal o totalmente durante la pandemia de COVID-19. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) , esta es una de las consecuencias no deseadas del estricto control de infecciones.
Los servicios de rehabilitación también se vieron interrumpidos en muchos países. El problema es que, sin rehabilitación, será menos probable que un superviviente de un ictus recupere la funcionalidad natural de su cuerpo.
No queremos que la COVID-19 afecte la calidad de vida de quienes han superado un ictus. Por lo tanto, sigamos adoptando una actitud proactiva para la recuperación, incluso durante la cuarentena. Si usted (o un ser querido) ha sufrido un ictus, aquí tiene algunos ejercicios sencillos de cuidados posteriores que puede realizar de forma segura en casa durante la pandemia.
Un paciente con un ictus sufrirá espasticidad . Se trata de una afección en la que los músculos se tensan o se endurecen debido a la interrupción de las conexiones entre los músculos de la mano y el cerebro. Si experimenta esto en los brazos, le recomendamos realizar flexiones de muñeca.
Las flexiones de muñeca se realizan de forma similar a las flexiones de bíceps, solo que se centran en las muñecas. Se realizan para mejorar la fuerza y el rango de movimiento del antebrazo afectado, así como para restaurar la fluidez normal de la mano.
¿Cómo hacerlo?
Si aún no puede mover bien el brazo afectado, apóyelo con la mano sana. Además, puede usar la mano sana para aplicar un estiramiento suave en el extremo del rango de movimiento de la muñeca afectada durante unos 90 segundos en cualquier dirección.
Al igual que las flexiones de muñeca, la inclinación de hombros también mejora la fuerza de los hombros afectados de una persona que ha sobrevivido a un ictus. Más importante aún, previene el riesgo de complicaciones relacionadas con el hombro, como la subluxación (es decir, una dislocación parcial de la articulación del hombro) o el hombro congelado (es decir, la rigidez y el dolor en la articulación del hombro).
¿Cómo hacerlo?
Si se siente bien después de apoyarse en el brazo afectado, es buena señal. Puede colocar una toalla enrollada debajo de las manos para mayor comodidad. Por el contrario, si no se siente bien o, peor aún, siente dolor, detenga el estiramiento de inmediato.
Las personas que han superado un accidente cerebrovascular suelen sufrir debilitamiento de las caderas y los músculos del torso, lo que les impide estar de pie o caminar correctamente. Una forma de recuperar la fuerza de estos músculos es mediante ejercicios de puente. Estos movimientos son progresivos y suelen comenzar con un movimiento de cuádriceps de rango interno.
¿Cómo hacerlo?
Los movimientos de rango interno de cuádriceps no solo fortalecen los músculos de los muslos y restauran la coordinación corporal. También alivian la rigidez y la tensión en los tejidos blandos y las articulaciones, ambas causadas por la espasticidad tras un accidente cerebrovascular.
Al igual que los ejercicios de movimiento de rango interno de cuádriceps, la flexión de cadera también fortalece la cadera y el core, y mejora la coordinación alternante. Es adecuada para el entrenamiento de la marcha y un ejercicio de piernas recomendable para supervivientes de un ictus con movilidad reducida, ya que pueden ayudarse fácilmente la pierna afectada con los brazos.
¿Cómo hacerlo?
Asegúrese de mantener el torso firme, la espalda recta y la parte superior del cuerpo inmóvil al levantar las rodillas o las piernas. Si también le afectan las manos, busque siempre apoyo físico de un familiar o un fisioterapeuta .
A medida que avances en tu recuperación tras un derrame cerebral, puedes modificar este entrenamiento. Por ejemplo, en lugar de sentarte, puedes ponerte de pie y apoyarte en una mesa o mostrador. Sabrás que has mejorado mucho cuando intentes hacer la flexión de cadera sin apoyo.
Además de la debilidad de los músculos de la cadera y el torso, quienes sobreviven a un accidente cerebrovascular también sufren debilidad en los músculos inferiores, lo que a menudo resulta en una discapacidad llamada "pie caído". El pie caído (o pie caído) afecta la capacidad de la persona para realizar la dorsiflexión (es decir, elevar la parte delantera del pie hacia la espinilla). La dorsiflexión es fundamental para mantener el equilibrio y caminar correctamente.
Para recuperar la movilidad, comience con el movimiento que le cuesta: el entrenamiento de simulación de dorsiflexión de tobillo. Este es el punto de partida perfecto para cualquier persona con pie caído.
¿Cómo hacerlo?
Tu objetivo es reconectar tus músculos con tu mente. Por lo tanto, es mejor realizar movimientos deliberados para aprovechar al máximo esta actividad. Esto puede activar la neuroplasticidad, es decir, la capacidad del cerebro para formar y organizar conexiones sinápticas.
Para que una persona que sobrevive a un ictus pueda seguir con su ejercicio y rehabilitación, la motivación es fundamental. Esta no solo proviene de dentro, sino también de quienes la rodean. No existe una técnica de motivación universal, así que asegúrese de encontrar la motivación adecuada para que la persona tenga las mejores posibilidades de disfrutar de una recuperación exitosa.
Melissa Bell es redactora de contenido y copywriter especializada en fitness, estilo de vida y salud. Es conocida por ser una apasionada de la salud y le apasionan el yoga, el té, la biología y los libros de autoayuda.
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