Pie equinovaro

Los padres sabrán de inmediato si su recién nacido padece pie zambo. Algunas personas lo sabrán antes de que nazca el niño, mediante una ecografía durante el embarazo. Aproximadamente, uno de cada 1000 nacimientos presentará pie zambo. Los niños tienden a tener una incidencia ligeramente mayor de pie zambo que las niñas. Puede afectar uno o ambos pies a la vez.

Anatomía del pie zambo

Los tendones son los tejidos que conectan los huesos y los músculos. Su función es mantener el pie en su lugar. En quienes tienen pie zambo, los tendones del pie y la pierna son más cortos de lo normal. Tienden a colocar el pie en una posición anormal, lo que causa deformidad ósea. Esta deformidad suele ser reversible si se administra tratamiento temprano. En un pie normal, los tobillos descansan en un ángulo de 90 grados y la planta del pie está orientada hacia abajo. Quienes tienen pie zambo tienen el pie girado hacia adentro y hacia abajo, similar a la forma de la cabeza de un palo de golf.

El pie zambo puede ser grave o leve. En ciertos casos, puede parecer que el pie está casi al revés. Puede afectar un pie (unilateral) o ambos pies (bilateral). Incluso después de tratar la afección, el pie zambo puede tener músculos de la pantorrilla más pequeños y el pie podría ser ligeramente más pequeño que el normal, pero la pierna seguirá funcionando correctamente en la mayoría de los casos.

Pie zambo en un bebé

Cómo tratar el pie zambo:

1. Método Ponseti

En este método, el médico cambiará el yeso del pie cada semana durante varias semanas. Cada vez que se cambie el yeso, se estirará el pie hasta su posición correcta. Luego, se liberará el tendón de Aquiles y se colocará otro yeso durante tres semanas más.

Tras la corrección del pie, el bebé necesitará usar una férula durante la noche durante dos años para asegurar la continuidad de la corrección. Si bien este es un método de tratamiento sumamente eficaz, los padres deben participar activamente en el cuidado diario colocando las férulas. Sin la participación activa de los padres, el pie zambo acabará reapareciendo debido a que los músculos que lo rodean pueden retraerlo a su posición.

2. Cirugía

Podría ser necesaria una cirugía para ajustar los ligamentos, tendones y articulaciones del tobillo y el pie. Entre los nueve y los doce meses de edad, se realiza la cirugía para corregir las deformidades del pie. Una vez finalizada la cirugía, se coloca una escayola para mantener el pie en su lugar mientras sana. Es posible que los músculos del pie intenten volver a su posición original, para lo cual se utilizan ortesis y zapatos especiales.

Consejos:

1. El pie zambo puede presentarse junto con otros problemas congénitos.

2. No es el resultado directo del feto cuando está dentro del útero.

3. Los niños tienen el doble de probabilidades que las niñas de padecer esta enfermedad.

4. Si otro niño en la familia tiene pie zambo, aumenta el riesgo de que otro niño lo desarrolle.

5. Los embarazos que se complican por medicamentos, infecciones y tabaquismo se atribuyen a problemas de pie zambo.