Fascitis plantar

La fascitis plantar suele ser la causa más común de dolor de talón. Esta fascia plantar es una banda plana de tejido que conecta los dedos con el calcáneo. Sostiene el arco del pie. Cuando la fascia plantar se tensa demasiado o se acorta demasiado, puede presionar el calcáneo, causando dolor e inflamación. El talón acabará doliendo al caminar o correr.

Esta afección es más común en personas de mediana edad. También puede presentarse en personas más jóvenes que permanecen de pie durante largos periodos, como soldados o atletas. También puede afectar a niños que corren largas distancias con frecuencia. La afección puede presentarse en uno o ambos pies.

La hiperactividad repetida y el acortamiento de la fascia plantar pueden causar tendinitis, dolor, inflamación y, eventualmente, tracción contra el hueso causando un espolón calcáneo.

Anatomía de la fascitis plantar

Los pies están llenos de estructuras flexibles compuestas por huesos, músculos, ligamentos, articulaciones y otros tejidos blandos que permiten mantenerse erguido y realizar actividades como correr, caminar y saltar. Los pies se componen de tres secciones:

• El antepié contiene cinco huesos más largos y cinco dedos.
• El mediopié es un conjunto de huesos que forman los arcos del pie. Estos incluyen tres huesos cuneiformes, el escafoides y el cuboides.
• El retropié está compuesto por el tobillo y el talón. El astrágalo, que sostiene los huesos de la pierna, forma el tobillo. El talón es el hueso más grande del pie.

Los tendones, músculos y ligamentos recorren la superficie de los pies, lo que permite todos los movimientos complejos necesarios para mantener el equilibrio y el movimiento. El tendón de Aquiles conecta el músculo de la pantorrilla con el talón, esencial para saltar, correr y mantenerse de puntillas.

Cómo tratar la fascitis plantar:

1. Descansar

Dé a sus pies el tiempo suficiente para descansar y recuperarse de la lesión. Reduzca la participación en actividades que le provoquen dolor en el pie. Evite correr o caminar sobre superficies duras.

2. Hielo

Para ayudar a reducir la hinchazón y el dolor, pruebe a aplicar hielo en el talón. Coloque la bolsa de hielo en el suelo y deje el talón sobre ella. Aplique hielo en la zona afectada durante 5 a 10 minutos, de tres a cinco veces al día. Asegúrese de envolver el hielo en una toalla fina para evitar quemaduras.

3. Consigue zapatos nuevos

Cómprate un par de zapatos nuevos. Asegúrate de elegir zapatos con suela acolchada y buen soporte para el arco. Las plantillas y las taloneras también funcionan bien, pero solo bajo la supervisión de tu terapeuta. Si eres un deportista o corredor apasionado, acude a una tienda especializada en running para que revisen tu pisada y la posición de tus pies.

4. Obtenga algún tratamiento

El tratamiento manual puede ser muy útil para estirar la fascia plantar. Los ejercicios para el arco del pie pueden ayudar a estabilizarlo y reducir la tensión en la fascia plantar. A veces, usar una pelota de golf o de squash bajo el pie y masajear la planta también puede ser útil. La electroterapia, como el láser, el ultrasonido o la terapia de ondas de choque, también puede ayudar a aliviar la inflamación del talón y estimular la recuperación.

Consejos:

• Si tiene sobrepeso, es posible que desee intentar perder algunos kilos para quitarle tensión adicional a su pie.
• Para las personas que tienen pie plano o arcos altos, la probabilidad de padecer esta afección es mayor que en aquellos con arcos normales.
• Asegúrate de que tus zapatos se ajusten correctamente y no estén desgastados, especialmente si eres un corredor de largas distancias.
• Intente minimizar la cantidad de tiempo que pasa de pie, caminando o corriendo sobre superficies duras.
• Siga el plan de estiramiento recomendado por su terapeuta. Los estiramientos de la pantorrilla y el tendón de Aquiles pueden ser útiles. Los estiramientos de la fascia plantar con una pelota de golf debajo de la planta del pie también pueden proporcionar alivio, pero siga las recomendaciones de su terapeuta.