Publicado el 07th May 2025 / Publicado en: Pelvis
La pelvis es el anillo de hueso que rodea tu cintura y, aunque no es particularmente común, puede producirse una fractura de pelvis si una parte de este anillo soporta suficiente fuerza.
La mayoría de las fracturas pélvicas son lesiones deportivas, siendo los deportes de nieve uno de los más comunes. Una caída practicando snowboard, esquí, saltos o trucos con la tabla o los esquís es una causa común de fractura.
Los adolescentes en edad de crecimiento, especialmente los que practican deportes, constituyen uno de los grupos más vulnerables a este tipo de fractura. Muchas de las distensiones musculares pueden ser una fractura por avulsión no detectada de la región pélvica. En la mayoría de los casos, estas fracturas se producen cuando los músculos se contraen repentinamente. Pequeños fragmentos de hueso de la unión de los isquiotibiales se desprenden del isquion. Esta fractura no desestabiliza la pelvis ni causa lesiones en los órganos internos.
Las personas mayores con osteoporosis también corren el riesgo de padecer esta afección. Pueden fracturarse la pelvis al caerse estando de pie, como al bajar escaleras o salir de la bañera. Estas lesiones pueden dañar la estructura del anillo pélvico o fracturar huesos individuales de la pelvis. Sin embargo, esto es poco común en comparación con la fractura de la cabeza del fémur o lo que se conoce comúnmente como fractura de cadera, es decir, la articulación enartrosis.
La mayoría de las fracturas implican fuerzas extremas, como las que se producen comúnmente en accidentes automovilísticos, caídas o aplastamientos. Dependiendo del grado y la dirección de la fuerza, estas lesiones podrían ser potencialmente mortales y requerir cirugía. Afortunadamente, la mayoría de las fracturas pélvicas no presentan complicaciones.
La pelvis es una estructura anular compuesta por huesos que se encuentra en la parte inferior del tronco. Sus dos lados están compuestos por tres huesos que se unen con la edad. Un tejido conectivo fuerte une la pelvis con el hueso triangular más grande en la base de la columna vertebral, que forma una cavidad con forma de cuenco justo debajo de las costillas. A cada lado, una cavidad cóncava sirve de cavidad para las articulaciones de la cadera.
Muchos de los órganos reproductivos y digestivos se encuentran en el anillo pélvico. Los vasos sanguíneos y los nervios de gran calibre que recorren las piernas lo atraviesan. La pelvis es un punto de inserción para los músculos que recorren las piernas hasta el tronco. Las fracturas pélvicas pueden causar hemorragias importantes, lesiones nerviosas y daños en los órganos internos.
Las fracturas estables, que suelen ser las que sufren los atletas, suelen consolidarse sin necesidad de cirugía. Es posible que los pacientes deban usar un andador o muletas. No espere apoyar todo el peso en las piernas hasta tres meses, o al menos hasta que los huesos estén completamente consolidados. Se podrían recetar medicamentos para minimizar el dolor. Dado que la movilidad suele estar limitada durante meses, es posible que le receten un anticoagulante para minimizar la posibilidad de que se formen coágulos en las venas de las piernas.
La rehabilitación suele consistir en mejorar la movilidad de las articulaciones de la cadera y ayudar al paciente a aumentar gradualmente el peso en las piernas. Los ejercicios de estabilidad de la cadera y la pelvis serán importantes, seguidos de ejercicios de fortalecimiento.
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