Latigazo cervical y trastorno asociado al latigazo cervical (WAD)

El latigazo cervical es una lesión común que se produce en el cuello debido a una aceleración y desaceleración repentinas que provocan movimientos rápidos e incontrolados hacia atrás y hacia adelante de la cabeza y el cuello, a menudo a causa de un accidente automovilístico. Las lesiones por latigazo cervical dañan los tejidos blandos y las estructuras óseas, mientras que un trastorno asociado al latigazo cervical describe una afección más crónica y grave.

Afortunadamente, el latigazo cervical no es una lesión potencialmente mortal, pero puede causar una discapacidad prolongada. Si bien la mayoría de las personas que sufren un accidente automovilístico leve se recuperan rápidamente sin preocuparse por síntomas crónicos, algunas continúan experimentando síntomas durante años después del accidente.

El latigazo cervical suele ser causado por un accidente automovilístico en el que la persona se encuentra en un vehículo inmóvil y es impactada por otro vehículo desde atrás. El impacto trasero provoca que el cuello y la cabeza queden forzados a una posición hiperextendida, ya que el asiento empuja a la persona hacia adelante, y la cabeza y el cuello terminan cayendo hacia atrás. Tras un breve periodo de tiempo, el cuello y la cabeza se recuperan y se proyectan hacia adelante.

El latigazo cervical se conoce comúnmente como trastorno asociado al latigazo cervical, ya que a menudo no solo afecta el cuello, sino también otras zonas. El hombro y la espalda son los más afectados. Un problema común en el hombro se conoce como síndrome de pinzamiento del hombro y no se sabe con certeza por qué puede ocurrir después de accidentes de tráfico, pero los médicos saben que puede causar dificultad para dormir del lado afectado, dificultad para levantar el brazo por encima de la cabeza y alcanzar objetos detrás de la espalda.

Anatomía del latigazo cervical y trastorno asociado al latigazo cervical (WAD)

Dentro de la columna vertebral, se encuentra el conducto que lleva la médula espinal. Este grueso haz de nervios nace en la base del cerebro y transmite información entre el cerebro y el resto del cuerpo. Entre las vértebras se encuentran los discos. Cada disco está unido a la base de la vértebra superior y a la parte superior de la inferior. Músculos y ligamentos fuertes mantienen la columna vertebral unida. Todas estas estructuras trabajan en conjunto para rodear, proteger y sostener la médula espinal.

Cómo tratar el latigazo cervical y los trastornos asociados:

1. Ejercicios de rango de movimiento

Se ha demostrado que los pacientes que realizan ejercicios de movimiento desde el principio experimentan una mejoría más rápida y fiable de sus síntomas. En la mayoría de los casos, este tipo de tratamiento consiste en ejercicios rotatorios a un ritmo de 10 cada hora. No se apresure a realizar los ejercicios; es mejor esperar hasta que sus síntomas se lo permitan. A menudo, esto ocurre dentro de los primeros cuatro días después del accidente.

2. Fisioterapia
La fisioterapia suele ser beneficiosa para fortalecer los músculos y ayudar a reducir los movimientos dolorosos. La terapia ocupacional es excelente para ayudarle a reincorporarse a su entorno laboral habitual.

3. Hielo y calor
Usar hielo y calor ayudará a reducir la inflamación. Su terapeuta le indicará la duración y el tipo de tratamiento adecuado, pero en muchos casos, aplicar hielo de 5 a 10 minutos seguidos de calor de 10 a 20 minutos puede ayudar a reducir la inflamación y el dolor. Asegúrese de envolver las modalidades en una toalla para evitar quemaduras. Tenga siempre cuidado al usar hielo y calor, ya que podría no darse cuenta de que está causando una quemadura en la piel.

4. Descansar y recuperarse

Algunas personas optan por no hacer nada. En casos de latigazos cervicales leves, retomar las actividades cotidianas y seguir adelante es una forma perfectamente aceptable de recuperación. Si optó por este enfoque, pero la situación no mejora, asegúrese de consultar a un médico.

5. Electroterapia y acupuntura

La ecografía, la terapia interferencial, la TENS y la acupuntura pueden ayudar a reducir los espasmos y el dolor muscular.

6. Reducir el estrés
Si su dolor de cuello se ha vuelto crónico, debe considerar otros factores en su vida que lo afectan o contribuyen a él. El estrés suele afectar al cuello. Si tiene problemas subyacentes, esto puede impedir una recuperación completa y necesita abordarlos. A menudo, la terapia psicológica o la terapia cognitivo-conductual (TCC) pueden ofrecer mejoras significativas en los síntomas. No ignore el estrés subyacente, la angustia, los problemas emocionales, la ira, la depresión ni los traumas psicológicos que puedan haber ocurrido en el pasado o en el presente.

7. Manipulación espinal

Si los síntomas se prolongan más de cuatro semanas, podría considerar la manipulación espinal. Un osteópata o quiropráctico generalmente realiza un ajuste cervical para mejorar la movilidad espinal. Este tipo de tratamiento es más fuerte y puede causar algo de dolor durante 2 o 3 días después de la manipulación, pero los resultados pueden ofrecer mejoras significativas.

Consejos:

No inmovilice la zona lesionada. Esto provoca rigidez muscular y ralentiza el proceso de curación. Si necesita usar un collarín, úselo solo por un corto tiempo (24-48 horas) y retírelo cuando los síntomas comiencen a mejorar. Recuerde que necesita recuperar la movilidad del cuello.

Regrese a su rutina diaria, incluyendo su trabajo, lo antes posible. Se ha demostrado que esto es beneficioso para acelerar la recuperación.