Publicado el 07th May 2025 / Publicado en: Rodilla
Los tumores son bultos o masas de tejido que se forman cuando las células se dividen descontroladamente. Los tumores en crecimiento pueden reemplazar tejido sano con tejido anormal. Esto podría debilitar el hueso y provocar su fractura. En la mayoría de los casos, el tumor óseo no es canceroso (benigno), pero en algunos casos es maligno. Si el tumor es benigno, no suele ser mortal. Un tumor maligno podría diseminar células cancerosas por todo el cuerpo (metástasis), lo cual puede ocurrir a través del sistema linfático o la sangre.
Para comprender mejor un tumor óseo, es necesario comprender la anatomía ósea. La estructura viva del esqueleto sirve de soporte a todo el cuerpo. Los huesos se componen de una capa externa, un hueso denso que rodea la estructura en panal del hueso más blando. El calcio y las proteínas componen el hueso. Si los huesos carecen de calcio, se debilitarán.
El esqueleto humano está formado por dos secciones:
Primero, reflexione sobre cómo empezó el dolor. ¿Hubo una razón lógica (por ejemplo, un traumatismo, un accidente o una lesión)? Si no hubo una razón lógica y el dolor apareció gradualmente, es más probable que se trate de un tumor óseo. En segundo lugar, también podría presentar otros síntomas asociados, como dolor persistente, dolor óseo profundo, dolor nocturno, dolor que no se ve afectado por la posición de la articulación y pérdida de peso.
Para eliminar células cancerosas y reducir tumores, la radioterapia utiliza rayos X de alta dosis. El plan de tratamiento y la intensidad del tratamiento necesario variarán según cada caso.
Este tipo de tratamiento destruye las células tumorales que se han propagado al torrente sanguíneo, pero que no se detectan mediante exploraciones ni pruebas. La quimioterapia se utiliza a menudo cuando los tumores cancerosos tienen mayor probabilidad de propagarse a otras partes del cuerpo. En la mayoría de los casos, un tumor maligno se puede extirpar mediante cirugía. A menudo, se utiliza quimioterapia y radioterapia junto con la cirugía para tratar el tumor.
Si el tumor ha crecido hasta el punto de ser demasiado grande para tratarlo de otra manera, la amputación eliminará todo o parte del brazo o la pierna donde se encuentra el tumor, así como también los vasos sanguíneos y los nervios involucrados.
Esta cirugía en particular extirpa la porción cancerosa del hueso, pero conserva todos los músculos, nervios, vasos sanguíneos y tendones circundantes. Si es posible, el cirujano extraerá el tumor y una porción del tejido sano circundante. Un trasplante óseo reemplazará el hueso extirpado.
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