Publicado el 07th May 2025 / Publicado en: Rodilla
El tibial posterior es uno de los músculos centrales de la pierna. Se encuentra en la parte posterior de la pierna y actúa como el músculo estabilizador clave de la parte inferior de la pierna.
Después o detrás de la tibia.
El síndrome tibial posterior es una disfunción muscular causada por pie plano o arco calcáneo deteriorado. Puede haber antecedentes de lesiones en este músculo o ser la primera vez que se presenta. Existe cierta confusión entre esta afección y la tendinopatía del tibial posterior, y ambos términos se usan indistintamente. El significado de ambos términos es diferente. Una lesión de tendinopatía del tibial posterior es una lesión dolorosa del tendón del tibial posterior.
Dado que el músculo tibial posterior es responsable de la inversión del pie, provocará que el arco se aplane al caminar, estar de pie o correr si no se trabaja correctamente. En estos casos, puede causar otras lesiones como la fascitis plantar.
Superficie posterior de la membrana interósea así como las superficies adyacentes del peroné y la tibia.
Tuberosidad del hueso navicular, superficie plantar fuera del hueso cuneiforme medial, punta del sustentáculo del astrágalo, superficie plantar fuera del cuneiforme intermedio y base del segundo, tercer y cuarto hueso metatarsiano.
Inversor primario para el pie.
Ayuda en la flexión plantar en la articulación del tobillo.
Nervio tibial L4-L5.
Arteria tibial anterior.
Arteria tibial posterior.
Arteria peronea.
Arteria maleolar medial.
Arteria plantar medial.
El tratamiento conservador apropiado es imperativo para abordar los síntomas asociados con la disfunción del tendón tibial posterior (TPTD) y prevenir consecuencias a largo plazo. El objetivo principal de la revisión, que se realizó en 2007, fue evaluar la evidencia de los diversos estudios sobre los efectos de las modalidades de tratamiento conservador para el manejo de la TPTD. El objetivo fue utilizar esta información para ayudar a desarrollar una guía clínica para el manejo de la afección. Los estudios se seleccionaron con base en un conjunto específico de criterios y se evaluó su calidad. Las búsquedas preliminares no identificaron ensayos controlados aleatorizados durante el momento de la revisión, por lo que también se incluyeron estudios de menor jerarquía. La revisión encontró cinco estudios observacionales no controlados, pero no pudo extraer ninguna conclusión de esto sobre la mejor manera de tratar la TPTD. Los autores creen que se requieren más estudios de investigación de mejor calidad para llegar a un consenso sobre el tratamiento para la TPTD.
Bowring B, Chockalingam N. Tratamiento conservador de la disfunción del tendón tibial posterior: una revisión. Foot (Edinb). 2010;20(1):18-26. doi:10.1016/j.foot.2009.11.001.
Para principiantes, lo mejor es realizar este ejercicio sentado en una silla. A medida que se vaya haciendo más fácil, progrese con algunas variantes más difíciles. Levante los talones del suelo empujando hacia arriba con las puntas de los pies. Haga una pausa y baje los talones al suelo. Mantenga los dedos de los pies apoyados en el suelo durante todo el ejercicio. Realice tres series de 10 repeticiones. Para aumentar la dificultad, realice el ejercicio de pie. Comience levantando ambos talones del suelo a la vez y vuelva a bajarlos. Si se vuelve demasiado fácil, apóyese en un solo pie a la vez y utilice una mesa o silla para mantener el equilibrio.
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