Reemplazo de rodilla

Si su rodilla está muy dañada por una lesión o artritis, podría tener dificultades para realizar algunas de las actividades más sencillas, como subir escaleras o caminar. Podría empezar a sentir dolor al acostarse o sentarse. Si los tratamientos no quirúrgicos no surten efecto, es posible que no tenga otra opción que someterse a una cirugía de reemplazo de rodilla. Este es un procedimiento seguro y eficaz que ayuda a corregir la deformidad de la pierna, aliviar el dolor y a retomar sus actividades normales.

El procedimiento se realizó por primera vez en 1968, pero desde entonces, nuevas técnicas y materiales han aumentado significativamente su eficacia. Los reemplazos totales suelen ser uno de los procedimientos más exitosos en el campo de la medicina. En Estados Unidos se realizan más de 600.000 reemplazos de rodilla al año.

¿Pero cómo saber si necesita un reemplazo de rodilla?

· En primer lugar, es posible que haya sufrido una lesión de rodilla previa, como un traumatismo de rodilla o una torsión deportiva.

· O es posible que tenga antecedentes familiares de artritis.

· Probablemente tenga hinchazón y rigidez considerable en la rodilla.

· Sientes un dolor que te despierta casi todas las mañanas y no se alivia mucho durante el día.

Antes de someterse a un reemplazo de rodilla, debería haber probado algún tratamiento como fisioterapia, osteopatía, quiropráctica o rehabilitación deportiva. A menudo, la terapia es suficiente para aliviar los síntomas y los ejercicios pueden ayudar a movilizar la articulación rígida. También podría haber probado la acupuntura, que ha demostrado ser eficaz para reducir el dolor en personas con artritis de rodilla. También podría haber usado analgésicos o antiinflamatorios. Es posible que también le hayan administrado una inyección de esteroides. Si estas medidas no dan resultado, entonces es un buen candidato para un reemplazo de rodilla.

Anatomía del reemplazo de rodilla

La rodilla es una de las articulaciones más grandes y complejas del cuerpo. Une la tibia y el fémur. El hueso más pequeño que corre junto a la tibia y la rótula son los otros dos huesos que completan la articulación. Los tendones mantienen conectados los músculos de la pierna y los huesos de la rodilla para permitir el movimiento de la articulación. Los ligamentos unen todos los huesos de la rodilla y le brindan estabilidad.

El ligamento cruzado anterior impide que el fémur se deslice hacia atrás a lo largo de la tibia. Los ligamentos colaterales medial y lateral impiden que el fémur se deslice de un lado a otro. El ligamento cruzado posterior impide que el fémur se deslice hacia adelante a lo largo de la tibia.

El reemplazo de rodilla suele ser necesario cuando el cartílago está desgastado y el menisco está degenerado. El menisco es la almohadilla que se asienta sobre el cartílago como amortiguador. Es propenso a la degeneración y al desgarro.

Radiografía que muestra una cirugía de reemplazo total de rodilla

Someterse a un reemplazo de rodilla:

El reemplazo de rodilla se denomina comúnmente resurfacing, ya que solo se reemplaza la superficie de los huesos. El procedimiento consta de cuatro pasos básicos.

1. Preparación del hueso

Se eliminan las superficies de cartílago dañadas ubicadas en los extremos de la tibia y el fémur con una pequeña porción del hueso debajo.

2. Colocación de los implantes metálicos

El hueso y el cartílago extraídos se reemplazan con componentes metálicos que recrean la superficie articular. Las piezas metálicas pueden cementarse o ajustarse a presión en el hueso de la rodilla.

3. Resurfacing de la rótula

La superficie inferior de la rótula se corta y se recubre con un botón de plástico. Algunos cirujanos no recubren la rótula, pero todo depende de cada caso.

4. Inserción de un espaciador

Se inserta un espaciador de plástico de grado médico entre todos los componentes médicos para crear una superficie deslizante suave.

Los reemplazos de rodilla pueden ser dolorosos, y después de la cirugía habrá una gran inflamación (hinchazón) y dolor. Notará que la rodilla no puede flexionarse completamente. Es fundamental trabajar con un terapeuta para la rehabilitación posterior a la cirugía. Uno de los mayores riesgos después de la cirugía es sufrir rigidez en la rodilla debido a contracciones de los tejidos blandos y tejido cicatricial. La terapia ayudará a prevenir esto en muchos casos. La recuperación completa puede tardar hasta 18 meses, pero este tiempo es inusual y, en muchos casos, la recuperación de la rodilla tarda unos 6 meses. La rodilla suele flexionarse completamente entre 6 y 12 semanas.

Consejos:

· Más del 90 por ciento de las personas que se someten a una cirugía de reemplazo de rodilla experimentarán una reducción significativa del dolor de rodilla y de su capacidad para realizar las actividades normales de la vida cotidiana.

· El reemplazo total de rodilla no le permitirá hacer más de lo que podía hacer antes de que apareciera la artritis.

· El exceso de peso o actividad puede acelerar el desgaste normal del espacio, lo que puede provocar que se afloje y se vuelva doloroso.

· Tenga cuidado al trotar, saltar, correr u otros deportes de alto impacto después de la cirugía y solo deben realizarse bajo la autorización de su cirujano, si es que se realizan.

· Las actividades realistas en las que puedes participar son natación, conducir, jugar al golf, caminar, bailar de salón, andar en bicicleta y otros deportes de bajo impacto.