Publicado el 07th May 2025 / Publicado en: Rodilla
Una fractura de peroné y tibia es la fractura de ambos huesos de la parte inferior de la pierna. Esto suele ocurrir justo por encima del tobillo. La fractura puede variar desde grave hasta una simple fractura por estrés o una fractura expuesta, donde el hueso sobresale a través de la piel. Las fracturas pueden ocurrir en personas de todas las edades.
La causa más común de esta fractura es un traumatismo durante la práctica deportiva; generalmente, otro jugador golpea las piernas o realiza una mala entrada con excesiva velocidad y fuerza. Este nivel de fuerza puede fracturar ambos huesos y dislocar el tobillo. Otra causa de esta fractura es una caída grave, especialmente por las escaleras.
El muslo está compuesto por cuatro huesos principales: el fémur, la rótula, la tibia (hueso grueso en la parte frontal de la pantorrilla) y el peroné (hueso delgado a lo largo del lateral de la pantorrilla). El muslo tiene el hueso más grande de todo el cuerpo (fémur). Comienza en la cadera y se extiende hasta la rodilla. Los músculos del muslo controlan el movimiento de la cadera y la rodilla. La rótula protege la parte frontal de la rodilla.
En la parte inferior de la pierna se encuentran dos huesos largos: el peroné y la tibia. Son los músculos de la parte inferior de la pierna los que controlan el movimiento del tobillo y el pie.
Una radiografía que muestra la fijación de la tibia y el peroné después de la fractura.
Lo más frecuente es que se encuentre en un campo deportivo y necesite una ambulancia para trasladarlo al hospital. Inicialmente, el tratamiento de una fractura de pierna suele comenzar con una visita a urgencias. Los médicos suelen evaluar la lesión e inmovilizar la pierna con una férula. Si se trata de una fractura desplazada, es posible que sea necesario manipular las piezas para colocarlas en su posición correcta antes de colocar la férula. Según la inflamación y el dolor que tenga, podría necesitar un relajante muscular, anestesia general o sedante antes del procedimiento. Algunas fracturas deberán entablillarse durante un día para que la inflamación disminuya antes de colocar una escayola.
Restringir el movimiento del hueso fracturado de la pierna es crucial para una correcta recuperación. Para lograrlo, podría necesitar un yeso o una férula. Dependiendo de su situación, probablemente necesitará muletas para evitar el exceso de peso sobre la pierna lesionada durante un mínimo de seis a ocho semanas.
Para reducir la inflamación y el dolor, podría necesitar un medicamento de venta libre. Si sufre de dolor intenso, podría ser necesario recetarle un opioide como la codeína.
Después de retirar la férula o el yeso, probablemente necesitará realizar ejercicios de rehabilitación o fisioterapia para reducir la rigidez y recuperar el movimiento de la pierna lesionada. Dado que no ha podido mover la pierna durante bastante tiempo, probablemente tendrá músculos débiles y rígidos en las zonas lesionadas. La rehabilitación puede ayudar, pero la lesión tardará algunos meses o más en sanar.
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