Tendinopatía del aductor

La tendinopatía del aductor es una afección que se caracteriza por daño tisular e inflamación del tendón aductor en su inserción en la pelvis, lo que provoca dolor inguinal. Los músculos aductores son responsables de estabilizar la pelvis y mover la pierna hacia la parte media del cuerpo (aducción). Suelen ser más activos al correr, especialmente al cambiar de dirección y patear.

Durante la contracción de los músculos de la ingle, se genera una enorme tensión en el tendón donde se inserta en la pelvis. Cuando la tensión se vuelve excesiva debido a una fuerza excesiva y repetida, se puede producir daño al tendón. La tendinopatía del aductor se produce cuando el daño al tendón se acompaña de inflamación o degeneración.

Anatomía de la tendinopatía del aductor

Los músculos que empujan la pierna hacia adentro son el aductor largo, el pectíneo, el aductor mayor, el grácil y el aductor corto. Todos estos músculos surgen del hueso púbico.

La tendinopatía del aductor suele ser consecuencia del uso excesivo de la zona, lo cual suele ocurrir por actividades prolongadas o repetitivas que sobrecargan el tendón. Los pacientes pueden desarrollar la afección repentinamente debido a una contracción intensa de este músculo al estar en posición de estiramiento. Esto suele ocurrir cuando la persona acelera rápidamente al correr o si un jugador de fútbol realiza una patada larga.

Esta afección se observa con frecuencia en fútbol americano, atletismo, fútbol y hockey, así como en equitación, esquí y gimnasia. Los pacientes podrían desarrollarla tras un tratamiento inadecuado o inapropiado de una distensión.

Cómo tratar la tendinopatía del aductor:

1. Terapia manual

La mayoría de las personas con esta afección podrán recuperarse adecuadamente con terapia manual. Trabajar con un profesional capacitado puede ayudarle a fortalecer los ligamentos, músculos y articulaciones que rodean la zona lesionada. Participar en un programa gradual de fortalecimiento y flexibilidad con un terapeuta capacitado es fundamental para reacondicionar los músculos y reducir la probabilidad de que la lesión se repita. Evaluar cuidadosamente los factores que contribuyeron a la afección y corregirlos es fundamental para lograr un resultado completo.

2. Descansar
   Uno de los principales factores que contribuyen a una recuperación completa es poder descansar adecuadamente de las actividades que aumentan el dolor hasta que los síntomas desaparezcan. Es necesario minimizar las actividades que ejercen una gran presión sobre la ingle, como correr, saltar o patear. Al evitar todas estas actividades, el cuerpo podrá comenzar el proceso de curación cuando no haya más daño tisular. Una vez que pueda realizar actividades sin dolor, podrá retomarlas gradualmente, siempre que no haya dolor en la ingle. Reanude gradualmente sus actividades habituales según se le permita.
3. Hielo y calor
   El uso de baños de contraste (hielo y calor alternados) puede ser especialmente útil para estimular el flujo sanguíneo a una zona con tendinopatía, y esto puede acelerar la curación.

Consejos:

1. La mala postura se ha atribuido a lesiones en el músculo aductor.
2. Al participar en un programa de ejercicios, asegúrese de calentar adecuadamente de antemano.
3. Mantener un peso adecuado es importante para mantener las articulaciones y los músculos saludables.
4. Practica técnicas de carrera adecuadas al practicar deportes. Si tienes dudas, consulta con un entrenador.
5. Permita que su cuerpo tenga el tiempo adecuado para recuperarse de cualquier actividad deportiva.