Publicado el 07th May 2025 / Publicado en: Cadera
El músculo isquiotibial, ubicado en la parte posterior del muslo, consta de tres grandes músculos: el semitendinoso, el bíceps femoral y el semimembranoso. Una persona que sufre una distensión isquiotibial sufre un desgarro o estiramiento de dicho músculo. En la mayoría de los casos, una distensión isquiotibial se debe a una lesión. En el caso de un desgarro isquiotibial, se trata de un desgarro parcial del músculo. Las lesiones graves pueden causar un desgarro completo, conocido como rotura isquiotibial.
Para comprender una distensión en los isquiotibiales, es útil comprender mejor la anatomía del muslo. Cuatro huesos componen la pierna: el fémur, la rótula, la tibia (hueso grueso ubicado en la parte anterior de la parte inferior de la pierna) y el peroné (hueso delgado ubicado en el lateral de la parte inferior de la pierna).
Tres músculos se encuentran en la base del muslo: el bíceps femoral, el semimembranoso y el semitendinoso. Un extremo de todos estos músculos se inserta en la parte inferior de la pelvis, mientras que el otro se inserta en el fémur a la altura de la rodilla. Los isquiotibiales son los responsables de extender la cadera y flexionar la rodilla. Los isquiotibiales son potentes flexores de la articulación de la rodilla. Estos músculos son fundamentales para estabilizar la rodilla y permitir actividades como correr.
Una lesión típica del bíceps femoral ocurre durante el sprint (atletismo, fútbol, rugby, hockey, etc.). Si el músculo no es lo suficientemente fuerte para soportar las fuerzas que lo recorren, las fibras musculares pueden desgarrarse. En este caso, el atleta suele sentir un dolor muy agudo en la parte posterior del muslo.
Muchas personas no se dan cuenta de la importancia del descanso o tienden a ignorarlo por completo. Usar un andador, un bastón o muletas es fundamental para que la distensión se recupere y sane adecuadamente.
Aplique hielo de 5 a 20 minutos seguidos, dos o tres veces al día. Aplicar hielo en la zona afectada ayudará a reducir la inflamación y el dolor.
Después de la lesión, evite usar objetos calientes durante los primeros tres días. Una vez que la lesión haya tenido tiempo de remitir, puede alternar entre hielo y calor.
El uso de ibuprofeno, ketoprofeno y naproxeno ayudará a reducir la inflamación y aliviar el dolor. Al minimizar la inflamación en la zona, el dolor será menos intenso. Esto se recomienda solo por unos días, o incluso mejor sería usar métodos naturales como hielo y calor.
Los ejercicios son útiles para ayudar a sanar el tendón de la corva. A corto plazo, concéntrese en reducir la inflamación. El masaje puede utilizarse para acelerar la reparación del tejido y prevenir la formación de adherencias y tejido cicatricial. Los ejercicios de estiramiento pueden ser útiles si el tendón de la corva es demasiado corto, y los ejercicios de fortalecimiento son imprescindibles para prevenir una nueva lesión.
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