Publicado el 07th May 2025 / Publicado en: Cadera
Las distensiones musculares son bastante comunes, especialmente en quienes practican deportes. Hay tres grupos principales de músculos en el muslo: los cuádriceps en la parte anterior, los isquiotibiales en la parte posterior y los aductores en la parte interna. Los isquiotibiales y los cuádriceps trabajan juntos para estirar y flexionar la pierna. Los aductores trabajan para juntar las piernas.
Los grupos musculares cuádriceps e isquiotibiales son propensos a sufrir distensiones porque se cruzan a lo largo de las articulaciones de la rodilla y la cadera. Son útiles para diversas actividades de alta velocidad, como el atletismo, el baloncesto, el fútbol y el fútbol americano.
En personas físicamente activas, un desgarro del aductor es bastante común. Las lesiones musculares suelen ocurrir al impulsarse forzadamente. Al aplicar fuerzas elevadas, el atleta debe cambiar rápidamente de dirección en la dirección opuesta, lo que puede causar desgarros en los músculos aductores. Una de las principales causas de desgarros en quienes juegan al fútbol es cuando el jugador intenta patear un balón y un jugador contrario se le acerca en dirección opuesta intentando patearlo. Los velocistas también suelen desgarrar el músculo aductor. Se ha demostrado que saltar también causa lesiones en estos músculos.
Los desgarros o distensiones del aductor pueden ocurrir en cualquier parte del músculo, pero los desgarros más problemáticos se producen en el tendón de la parte superior del músculo, donde se inserta en la pelvis. Las lesiones en esta zona tardan mucho más en recuperarse y pueden volverse crónicas. Los desgarros en la parte media del abdomen son más fáciles de rehabilitar.
1. Descanso
Si nota que ciertas actividades le causan tensión, debe dejar de practicarlas por un tiempo. Para evitar cargar peso sobre la pierna, podría ser recomendable usar muletas.
2. Hielo
Aplique hielo en la zona lesionada de cinco a diez minutos, de tres a cinco veces al día. El hielo ayudará a aliviar la hinchazón.
3. Elevación
Para minimizar la hinchazón, es recomendable levantar la pierna por encima del nivel del corazón. Cuanto menor sea el flujo sanguíneo a la zona lesionada, mejor será la recuperación.
4. Antiinflamatorio
Un antiinflamatorio puede ayudar a aliviar parte del dolor que padece. Además de reducir el dolor, también ayudará a minimizar la inflamación y a facilitar su recuperación. El uso a corto plazo, de hasta dos semanas, es el máximo.
5. Rehabilitación
Una vez que la inflamación y el dolor hayan disminuido, podría necesitar un programa de fisioterapia para mejorar su rango de movimiento y fuerza general. Los músculos deben haber recuperado toda su fuerza antes de volver a practicar deportes para ayudar a prevenir lesiones adicionales.
1. Los músculos tensos tienden a ser más propensos a sufrir distensiones. Sigue un programa de ejercicios de estiramiento diarios durante todo el año.
2. Dado que los isquiotibiales y los cuádriceps trabajan juntos, si uno es más fuerte que el otro, puede producirse un desequilibrio en la pierna y provocar distensiones en los músculos aductores.
3. Cuando se tienen músculos débiles, tienden a ser menos capaces de soportar el estrés o el ejercicio, lo que aumenta su probabilidad de sufrir lesiones. Los ejercicios de fortalecimiento son clave para reducir el riesgo de desgarros.
4. La fatiga tiende a reducir la capacidad de absorción de energía de los músculos, lo que los hace más propensos a sufrir lesiones.
5. Antes de practicar cualquier actividad deportiva, asegúrese de tomarse el tiempo para calentar adecuadamente.
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