Publicado el 07th May 2025 / Publicado en: Mano/Dedos/Pulgar
Cuando el tendón extensor se daña, la articulación del dedo puede lesionarse. Si un objeto o una pelota impacta en la punta del pulgar o del dedo, la fuerza termina dañando el delgado tendón responsable de enderezar el dedo. Dependiendo de la fuerza del golpe, la fuerza podría terminar tirando de parte del hueso junto con el tendón. El dedo o el pulgar no podrá enderezarse, y ahí es donde entra en juego la afección.
Todos los dedos tienen tres huesos distintos, mientras que el pulgar solo tiene dos. En cada articulación, los huesos se mantienen en su lugar mediante ligamentos. Los músculos del antebrazo o la mano se transforman en tendones, que unen los huesos al dedo. Son estos músculos los que mueven los dedos al tirar de los tendones hacia atrás. Todos los huesos están unidos a los cinco metacarpianos, que conforman el cuerpo de la mano.
Si el tendón extensor está desgarrado o dañado, no podrá estirar completamente el dedo y podría sentir dolor durante varias semanas.
En la mayoría de los casos, una lesión del tendón extensor del dedo se puede tratar sin necesidad de cirugía. Cuando se produce la lesión, es necesario aplicar hielo inmediatamente. Debe elevar la mano por encima del nivel del corazón. Asegúrese de buscar atención médica en el plazo de una semana para asegurarse de que la lesión esté sanando correctamente. Si nota sangre debajo de la uña o si esta comienza a desprenderse, podría tener una fractura expuesta o una laceración del lecho ungueal. Si nota hinchazón o dolor excesivo en el dedo, consulte a su médico.
Podría ser necesaria una férula para mantener la punta del dedo recta. Generalmente, la férula deberá usarse durante ocho semanas. Durante las siguientes tres o cuatro semanas, la mayoría de las personas comenzarán a usarla con menos frecuencia. Aunque el dedo recuperará una buena función y su aspecto con este método de tratamiento, muchas personas no recuperarán la extensión completa de la punta del dedo.
La reparación quirúrgica podría ser necesaria cuando la lesión muestra signos de fracturas de fragmentos grandes o desalineación. En estos casos, se realizará una cirugía para reparar la parte fracturada mediante clavos, tornillos pequeños o clavos y alambres. También se considera la cirugía cuando todas las alternativas no quirúrgicas han fracasado.
No es común tratar quirúrgicamente el dedo cuando no hay fracturas ni fragmentos óseos. Generalmente, se reserva para personas con deformidades importantes y que no pueden usar el dedo correctamente. El tratamiento del tendón dañado puede incluir el tensado del tejido tendinoso estirado mediante un injerto o la fusión de la articulación para enderezarla.
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