Distonía

La distonía es un trastorno que afecta el movimiento, provocando que los músculos de una persona se contraigan incontrolablemente. Cuando se producen estas contracciones, el grupo muscular o la parte del cuerpo afectada se tuerce involuntariamente, lo que provoca movimientos repetitivos o posturas anormales. La distonía es una afección que puede afectar un solo músculo, un grupo muscular completo o todo el cuerpo del paciente. Esta enfermedad afecta a aproximadamente el 1% de la población, siendo las personas mayores de 60 años más propensas a padecerla que otros grupos de edad.

¿Qué causa la distonía?

En la mayoría de los casos diagnosticados de distonía, no se encuentra una causa específica. Se cree que la distonía está relacionada con problemas en los ganglios basales, la parte del cerebro que controla las contracciones musculares. Las personas que padecen este problema de salud pueden contraerlo de dos maneras: distonía adquirida o distonía primaria.

La distonía adquirida se produce como resultado de daño a los ganglios basales causado por intoxicación por monóxido de carbono, traumatismo cerebral, infecciones, reacciones a medicamentos, tumores, falta de oxígeno o intoxicación por plomo.

La distonía primaria, también conocida como distonía idiopática, se transmite genéticamente de padres a hijos. Algunos portadores del gen no padecen la enfermedad. Los síntomas en quienes la padecen pueden variar considerablemente entre los miembros de la familia.

¿Cuáles son los síntomas de la distonía?

Los síntomas de la distonía pueden ser de leves a graves. Además, este problema de salud puede afectar diferentes partes del cuerpo. Los síntomas de la distonía suelen progresar en etapas.

Algunos síntomas tempranos de distonía:

Parpadeando incontrolablemente

Una pierna perezosa o que se arrastra

calambres en los pies

Dificultades con el habla

Tirón involuntario del cuello

La fatiga y el estrés pueden intensificar los síntomas. Muchas personas diagnosticadas con distonía reportan agotamiento y dolor como resultado de contracciones musculares crónicas.

Si bien esta afección afecta principalmente a adultos mayores, si los síntomas de distonía se presentan en la infancia, primero se manifiestan en las manos o los pies. Pronto, estos síntomas comienzan a manifestarse en otras partes del cuerpo. A medida que los pacientes llegan a la adolescencia, la progresión se ralentiza.

Cuando la distonía surge en la edad adulta temprana, es probable que la parte superior del cuerpo presente primero los síntomas y progrese lentamente. La distonía en la edad adulta temprana puede aparecer segmentaria o focal. La distonía puede afectar una parte específica del cuerpo o dos o más partes adyacentes.

Tratamiento de la distonía

Existen múltiples tratamientos para la distonía disponibles para quienes la padecen. Su médico o equipo de atención evaluará su afección para decidir cuál es el mejor tratamiento según la gravedad y el tipo de distonía.

El bótox, o toxina botulínica, es un tratamiento para la distonía. Es la misma sustancia que se utiliza habitualmente en procedimientos cosméticos antienvejecimiento para minimizar arrugas y líneas de expresión. Una vez inyectado el bótox en los músculos afectados, bloquea la acetilcolina, la sustancia química responsable de las contracciones musculares. Para obtener mejores resultados, estas inyecciones deben administrarse cada tres o cuatro meses.

Se pueden utilizar medicamentos para controlar y manejar los síntomas y las contracciones musculares causadas por la distonía. Además, la fisioterapia, el manejo del estrés y la logopedia pueden ser útiles para tratar esta enfermedad progresiva.

Si usted o un ser querido presenta síntomas de distonía, comuníquese con su médico de atención primaria o médico de cabecera para realizar más pruebas.