Publicado el 07th May 2025 / Publicado en: Rostro
El corrugador superciliar es un músculo pequeño, delgado y de forma piramidal que se encuentra entre el frontal y el orbicular de los párpados, en el extremo interno de la ceja.
El músculo que se arruga encima de las pestañas.
El corrugador superciliar se conoce a menudo como el músculo del ceño fruncido y se considera el principal músculo utilizado para expresar agonía y sufrimiento. Juntos, también actúan para evitar los fuertes reflejos del sol y, al hacerlo, protegen los ojos al retraer las cejas hacia el puente nasal, formando una especie de tapa.
Por razones estéticas o como medio de prevención para algunos tipos de migraña, a veces se paralizan con una proteína y una neurotoxina llamada toxina botulínica (botox) en un proceso conocido como quimiodenervación, o se cortan quirúrgicamente.
Extremidad interna del arco superciliar que forma parte del hueso frontal.
En lo profundo de la piel de la frente, justo encima de la sección medial del arco orbital.
Trabaja con el músculo orbicular de los ojos para dibujar las cejas hacia la línea media y hacia abajo; produce una arruga en la piel entre las cejas y encima de la nariz.
Ramas temporal y cigomática del nervio facial (par craneal VII).
Arterias supratroclear y supraorbitaria que se ramifican desde la arteria oftálmica.
Los pacientes con enfermedad ocular tiroidea y retracción del párpado superior frecuentemente desarrollan hiperactividad de los músculos accesorios del cierre palpebral, incluyendo el corrugador superciliar. Las arrugas de expresión resultantes son características de la facies tiroidea (expresiones faciales distintivas asociadas a afecciones médicas específicas). Un estudio demostró que la quimiodenervación de estos músculos glabelares (del ceño fruncido) es un método eficaz de rehabilitación (Olver, 1998).
Olver, JM, (1998). Toxina botulínica: Un tratamiento para la hiperactividad del corrugador superciliar en la otopatía tiroidea. British Journal of Ophthalmology, 82:528-533 doi:10.1136/bjo.82.5.528.
Ejercitar el corrugador superciliar es importante para fortalecer este músculo y reducir las arrugas de la frente. Comienza colocando la punta de los dedos medios en el centro de cada ceja. Sepáralas mientras frunces el ceño. Mantén la posición durante seis segundos y luego suéltala. Ahora vuelve a colocar las yemas de los dedos en el centro de la ceja, pero en su lugar, junta las cejas (hacia adentro) mientras las levantas. Mantén la posición durante seis segundos.
Otro ejercicio para los corrugadores superciliares es el ejercicio del ceño fruncido. Intenta juntar las cejas con el puente de la nariz. Mantén esta posición y luego relájate. Repite diez veces y hazlo a diario.
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