Publicado el 07th May 2025 / Publicado en: Tobillo
El síndrome cuboideo describe una afección resultante de una lesión en los ligamentos y articulaciones que rodean el hueso cuboides, uno de los siete huesos del tarso ubicados en el pie. Esta afección suele manifestarse en forma de dolor lateral en el pie y, a menudo, debilidad general. El síndrome cuboideo es relativamente poco común, pero no está bien reconocido ni definido.
Este síndrome se produce cuando el nervio tibial queda atrapado. El nervio tibial recorre una ruta curva por la parte posterior de la pierna hasta el tobillo, donde se curva y gira por debajo de la parte interna del tobillo.
Esta región contiene cuatro compartimentos. En tres de ellos, los músculos se dirigen desde el pie hasta la pierna. La cuarta región está formada por la vena y la arteria tibiales posteriores y el nervio tibial, rodeado de músculos.
En la parte superior de las estructuras se encuentra el ligamento laciniato, que forma la raíz de los cuatro compartimentos principales. Existe poco espacio para la expansión cuando una de estas estructuras se agranda o se inserta un objeto extraño en la región.
Consultar con un terapeuta práctico será excelente para sus pies. Uno de los mejores métodos de tratamiento es la movilización del pie. A menudo, los pies se vuelven muy rígidos debido a años de compresión. La movilización puede mejorar la movilidad de las articulaciones del pie y ayudar a aliviar el síndrome cuboideo. La acupuntura, el ultrasonido, la electroterapia y los ejercicios pueden ser útiles.
Para muchas personas, las inyecciones de esteroides han demostrado ser muy eficaces para aliviar el dolor y las molestias en la zona. Se debe tener cuidado al administrar las inyecciones para evitar lesiones en la arteria o vena. A menudo, también se utiliza anestesia local para aliviar el dolor durante un periodo de hasta dos semanas. Si la inflamación del nervio causa compresión en el pie, se puede aliviar con un antiinflamatorio. Debido a los efectos secundarios de los medicamentos, estos deben administrarse con precaución y solo según las indicaciones.
El calzado más ancho y los soportes para el arco han demostrado ser eficaces para aliviar las molestias del síndrome cuboideo. Si el problema es consecuencia directa del pie plano, las ortesis personalizadas pueden ayudar a restaurar el arco natural del pie.
Si otros métodos de tratamiento no dan resultado, podría requerirse cirugía para tratar la afección. En este procedimiento, el médico realizará una incisión debajo y detrás de la parte interna del tobillo para cortar el ligamento laciniado, que permite la expansión del nervio. Si un quiste comprime el nervio, se puede extirpar en ese momento. El procedimiento proporcionará suficiente espacio para evitar que el nervio se vuelva a comprimir.
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