Publicado el 07th May 2025 / Publicado en: Tobillo
El astrágalo es un hueso del pie bastante grande que se encuentra junto al talón. Tiene forma de piedra angular, similar a la de una tortuga. Los huesos de la parte inferior de la pierna se apoyan en la parte superior y los laterales para formar la articulación del tobillo. Donde se unen el pie y el astrágalo, se forma la articulación subastragalina, crucial para caminar en terrenos irregulares. El astrágalo desempeña un papel importante en la conexión entre el cuerpo, la pierna y el pie. Ayuda a transferir la presión y el peso entre las articulaciones.
Debido a un traumatismo excesivo en el tobillo o el pie, el astrágalo puede fracturarse. Esto suele deberse a un salto desde una gran altura, un accidente automovilístico de alto impacto u otro traumatismo con mucha fuerza.
Inicialmente, la persona afectada no podrá soportar peso y la hinchazón del tobillo será considerable. Es probable que la persona afectada termine en el hospital y se le realice una radiografía. En ocasiones, una fractura puede no ser visible si no hay desplazamiento óseo, pero se puede repetir la radiografía posteriormente, la cual puede mostrar la fractura.
Los dedos y el antepié están compuestos por varios huesos. Los cuatro dedos menores comienzan con un metatarsiano en el antepié. A medida que el pie desciende desde el metatarsiano, se encuentran tres huesos menores (falanges). Primero está la falange proximal. A continuación, la falange media. Por último, está la falange distal.
Los huesos de los dedos del pie se conectan para formar las articulaciones de los dedos. La articulación metatarsofalángica (MTF) es la primera que conecta el pie con el dedo. Las articulaciones MTF forman la bola del pie. La segunda articulación es la interfalángica proximal (IPF), mientras que la última es la interfalángica distal (IPD). Todas las articulaciones están rodeadas por una cápsula compuesta por ligamentos que mantienen unidos los huesos. Dos tendones recorren la base de cada dedo, lo que permite flexionar los dedos. Un tendón que recorre la parte superior del dedo ayuda a elevarlo.
Depende. Es posible que le coloquen una escayola, por lo que usará muletas. Sin embargo, es posible que le coloquen una bota especial para caminar que protege la fractura, pero le permite moverse.
En raras ocasiones, la fractura puede corregirse sin necesidad de cirugía. Si los huesos no se han desalineado, podría necesitar usar una escayola durante un mínimo de seis a ocho semanas para que el hueso tenga tiempo de sanar. Tampoco podrá apoyar el pie durante ese tiempo.
Después del yeso, se le proporcionarán ejercicios para ayudar a recuperar la fuerza y el movimiento del tobillo y el pie.
En la mayoría de los casos, deberá someterse a una cirugía para minimizar la probabilidad de complicaciones posteriores. El cirujano realineará sus huesos con tornillos metálicos para fijarlos en su lugar. Si hay pequeños fragmentos óseos, se extraen durante la cirugía y se utilizan injertos óseos para restaurar la integridad de la articulación.
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