Publicado el 07th May 2025 / Publicado en: Abdomen
Una distensión muscular oblicua es una distensión de uno de los músculos de la pared abdominal. Las distensiones musculares ocurren cuando los músculos se estiran más allá de sus límites. Cuando esto ocurre, las fibras musculares se desgarran. En la mayoría de los casos, la distensión causa un desgarro microscópico en el músculo. En raras ocasiones, tras una lesión grave o debido a la velocidad, el músculo puede romperse desde su punto de inserción.
Las distensiones musculares oblicuas no son particularmente frecuentes. Pueden ser causadas por:
El síntoma principal de una distensión del músculo oblicuo es dolor en el lateral o frontal del abdomen. También es probable que sienta dolor al girar desde una posición sentada y al levantarse de la cama.
Los músculos oblicuos forman parte de los músculos abdominales. Se encuentran entre la pelvis y las costillas, que forman la cintura. Su función es rotar el tronco y permitir su flexión. Los músculos oblicuos externos son los más grandes y se encuentran cerca de la superficie de la piel. Los músculos oblicuos internos se encuentran más profundamente en el abdomen, debajo de los músculos oblicuos externos.
Estos músculos podrían sufrir distensiones por un golpe directo en el abdomen, por sobrecarga muscular y por movimientos bruscos de flexión o torsión. Si aparecen síntomas de distensión, es fundamental tratarlos rápidamente. Las distensiones que no se tratan adecuadamente pueden agravarse y volverse crónicas.
En primer lugar, deja que la lesión se asiente y se recupere. No intentes practicar deporte demasiado pronto.
Aplique hielo en la zona afectada durante 5 a 10 minutos, de tres a cinco veces al día. Asegúrese de envolver el hielo en una toalla fina para evitar quemaduras. El hielo ayudará a minimizar la inflamación y el dolor en las zonas afectadas. También ayudará a limitar el posible sangrado en los tejidos lesionados.
Su fisioterapeuta deportivo podrá tratar la zona mediante masajes y electroterapia, y también le aconsejará sobre los ejercicios que puede y no puede realizar. También le orientará sobre cómo y cuándo volver al trabajo.
Los ejercicios suaves son importantes para ayudar a alinear el tejido cicatricial formado durante el proceso de curación. Cuando el tejido cicatricial se alinea según las líneas de tensión normales, la resistencia a la tensión del músculo en proceso de curación aumenta.
Los ejercicios de estabilidad y fortalecimiento del core ayudan a mejorar la función muscular del tronco y la pelvis, reduciendo así la probabilidad de sufrir otra distensión. Use una colchoneta, bandas de resistencia y una pelota suiza. Una vez que haya mejorado la fuerza del core, podrá retomar sus actividades funcionales habituales. Puede trotar suavemente a los 12 días de la lesión, mientras que para jugar a los bolos se necesitarán tres semanas.
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